Hielo: contra el envejecimiento prematuro
El hielo tiene un efecto reafirmante que le ayudará a la piel de tu cara a mantenerse lozana.
Para hacer este tip primero lava tu cara con un jabón especial, trata de que sea exclusivamente para esta parte de tu cuerpo. Luego aplica cualquier tónico y procede a la aplicación del hielo.
Es muy sencillo: toma algunos cubos de hielo para luego introducirlos en una bolsa plástica, después toma alguna toallita especial para tu cara y procede a aplicar “la magia” en todo tu rostro, procura hacerlo de manera regular, es decir, no dejándolo por mucho rato en una sola parte del rostro porque puede ser abrasivo. El tiempo puede ser entre 15 a 30 minutos, dependiendo de la intensidad con la que recorras tu cara con la toallita y claro, del tiempo que tengas para llevar a cabo este procedimiento.
Si aplicas el hielo directamente en tu cara puede tener el efecto adverso al que te propones en un principio. Este procedimiento, ayuda a que la piel de tu cara tenga una mejor circulación.