Por qué Microsoft no dice cuándo se harán realidad sus increíbles HoloLens
- Por: Daniel Zavala Reyes
- 1 abr 2016
- 2 Min. de lectura

El trabajo de Kudo Tsunoda es soñar. Y los sueños no siempre coinciden con la realidad.
Específicamente, el trabajo del ejecutivo de Microsoft es soñar con todas las razones por las cuales la gente podría querer que objetos generados por computadora coexistieran con el mundo real. Es parte del equipo detrás de las gafas HoloLens de Microsoft, una maravilla tecnológica que permite al usuario ver animales virtuales saltar sobre los muebles o hacer que parte de su oficina se parezca a la superficie de Marte.
Mi favorito: construir castillos con bloques de Minecraft que "se quedan" donde los coloque.
Hoy Microsoft comienza a distribuir la primera versión final de sus gafas HoloLens entre desarrolladores alrededor del mundo, quienes pagaron US$3,000 por unidad por tener el privilegio de ser los primeros en trabajar en aplicaciones para esta tecnología. Es una suma considerable -- lo doble que Google cobró originalmente por su ahora fracasado equipo Glass -- y sin embargo menos que los decenas de miles de dólares que los desarrolladores de juegos han gastado por tener acceso antes que los demás a consolas de videojuegos que aún no salen al mercado.
Necesitan costar menos, porque nadie -- ni siquiera Microsoft, al parecer -- sabe cuándo una versión comercial de las HoloLens llegará en realidad a las tiendas, o cómo será cuando eso ocurra. Los desarrolladores no quieren arriesgar mucho dinero.
"Queremos optimizar e impulsar el hardware y el software hasta la mejor posición que permita trabajar a los desarrolladores", dijo Tsunoda.
Una idea que nunca antes había escuchado. Tsunoda describe cómo le gustaría colocar hologramas en toda su casa para recordarle de las cosas que quiere hacer cuando se despierte. En lugar de usar notas de papel, se imagina usar estos recordatorios holográficos. Quizá sea como tener un cartón de leche vacío flotando frente al refrigerador. Serían recordatorios en el espacio real para gente que necesita una ayudadita.
Sus gafas de realidad virtual Rift tuvieron dos versiones diferentes para desarrolladores y pasaron por varias iteraciones públicas de sus prototipos antes que Oculus (y su matriz, Facebook), decidieran que estaban listas para llegar al mercado, incluso cuando no cumplieron todas las expectativas cuando llegaron a los consumidores esta misma semana. Oculus aún tiene una brecha entre los sueños y la realidad. Quizá debieron haberse esperado unos meses más.
Fuentes: http://www.cnet.com
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